Hace quince días instalé en la tienda de bicis el tubeless con más esperanza que fé y en este mismo sábado me dió mi primer susto importante que gracias a Dios se quedó en eso, un susto; y aunque ahora tendría que estar escribiendo la crónica de la que para mí fué de los tres mejores días de MTB de mi vida me siento más a gusto y quedo más tranquilo avisando de las consecuencias que puede traer el invento del que "algunos" hablan maravillas.
El incidente fué en medio de una bajada muy rápida que luego entró en un tramo de piedras en donde ya no se podía frenar, sujeté fuerte el manillar intentando levantar la rueda delantera para no golpear contra las piedras; claro la rueda de detrás impactó con una que le hizo un agujero que la desinfló al agujerear la cubierta; al no tener una segunda pared el aire salió y en ese momento la pericia y, mas bien, el azar fueron deteniendo la marcha; pero cada vez que me acuerdo aún me pone los pelos de punta.
Esto ya lo había visto en un compañero que al rajar ambas cubiertas en una piedra salió despedido y la bici cayó al vacío. Sabía que me podía pasar, era lógico por que es una fina pared, no hay segunda pared para aguantar el aire en caso de corte; pero había que dar esa oportunidad a la esperanza, la tuvo pero ya no la superó; sin mayores consecuencias que
la pérdida de una hora y media intentando reparar el agujero con mechas, parches y rollos para al final tener que poner
la cámara de toda la vida. Fué también aquí cuando noté que estaba con el síndrome tubeless, esto es: de mis conocido que lo llevan (o llevaban) son muy reacios a poner la cámara para reparar rápidamente y definitivamente con la consiguiente pérdida de tiempo para él y, sobre todo, del grupo.
No sólo fué por este motivo que lo desestimo, tengo más: otro es que tuve que inchar antes de cada salida, en medio de alguna, etc; pero sobre todo, nunca confié en esa débil y única pared que sujeta el aire. Era visto.
Ya en casa tranquilamente limpié las llantas, las cámaras y continúo con la cámara olvidándome del asunto. Al terminar tuve la misma sensación de tranquilidad y seguridad en mí que cuando dejé de fumar; cuando dije: se acabó. Deseo suerte a los que continúan con él, les puede hacer falta, yo ya me despido.
Bo día.
PD:
Gracias también a todos los que nunca visteis bien el sistema, que de los que me rodeais sois la mayoría.
(
Edité este párrafo) De hecho ninguno de los que hacemos habitualmente rutas largas (+5 horas) tenemos tubeless. Casualmente, en estos momentos, el que lo tenía vendió la bici con el invento incluido.
Cortomastés: sé que me lo aconsejaste de corazón pues a tí te iba bien, pero compañero, esta es otra zona o, tal vez, tenemos trazadas diferentes.
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