V Burela mtb .- El día que te debían.-

Versión íntegra.
             También había llovido en semanas y días anteriores, los charcos eran enormes y los regueros de agua se sucedían por doquier, pero esto no te resultaba incómodo, es más, te agradaba caminar, chapotear y jugar en aquel escenario.

          Ese día había salido el sol temprano, tanto como tú que casi no le diste tiempo. Un desayuno rápido y ¡venga! a disfrutar de aquello que te encantaba en tu entorno preferido; además ¡era sábado! hoy las prisas eran por  aprovechar cada hora, cada minuto al máximo, en un día así no se podía desperdiciar ninguno. Habiais quedado, todo estaba preparado y todos dispuestos a darlo todo al máximo ¡¡comienza el juego!!.

         Tu atención centrada en ello al 100%, corres de un punto a  otro , te ríes, los charcos, el agua, el barro forman parte de la situación, de esos momentos, sin ellos la diversión sería mucho menor; ¡plash! otra vez te caes en aquel charco, corres con el agua escurriendo de tu pantalón, de la chaqueta y jersey, te da igual, estás comprometido en resolver aquel juego que tanto te hace disfrutar, y sin llegar a escurrir el agua ... ¡plash! otra vez, y otra más ...

todos lo estais pasando  como nunca. Juaquín "o cirillas" cuando corre junto al reguero grande parece un aspersor de purín, a Quilín o Pixín ya no se le distingue el color de los pantalones con el de la chaqueta, ahora ambos son marrón cagalera, eran azules y blanca.  Pepita a Pita tiene los pelos como estropajo y está toda pringosa (hoy no le dabas un abrazo ni aunque recuperara mates),  Kiko o toliko ya era la segunda vez que se le soltaba el zapato y le daba a Graciela miss lela, esta vez con más suerte, no le hizo herida, además no había tiempo para  tiritas, no se podía parar, te "limpiabas" con la manga y a seguir, todos iguales como de "uniforme"  y con el alma volando en aquel mundo creado por vosotros y adaptado por el agua; centrados, sin saberlo, en exprimir los minutos de aquellos momentos que parecían no tener fin,  unos y otros invadiais el aire de risas, gritos, miradas cómplices y caras manchadas de felicidad.

               De repente, el día se oscurece y el  cielo parece que se va a caer.

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   Sólo Pepito "O Erizo" que nunca jugaba se da tuenta, el resto seguiais metidos en aquel "imparable" momento pasión, ni os enterasteis de lo que caía del cielo hasta que oyes gritar tu nombre seguido de ...

- entra inmediatamente en casa!. Venga ahora mismo, pero ¿no ves lo que llueve?.- En ese momento te quedas quieto. ¡Dios noooooo!, ¡como se atrevían a poner fin a esto!; no sabes que decir, lo único que se tu ocurre:
- ... ¡pero si son cuatro gotas!

- Pasa  inmediatamente o ... ¿voy yo a por tí?.
           Ahí te das cuenta de que los otros ya se han ido, te has quedado solo y lo tienes que dejar todo, así comienzas a caminar y recogerte tú también.
        
 Pero este domingo 7 de Febrero de 2.010,  algunos años después de aquello, ¿no crees que alguien tenía que ayudarte a recuperar aquel apasionante día? o ... ¿ya no lo recordabas? ...

Boas noites.

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